Psicología para adolescentes

Psicología para adolescentes

La adolescencia es una etapa difícil tanto para los padres como para los hijos. Es un período complejo de cambios, es una etapa de crecimiento y desarrollo humano que se produce entre los 10 y los 19 años. Se trata de una de las etapas de transición más importantes en la vida del ser humano, al igual que de las más complejas para el adolescente y la familia, en la que la independencia y la dependencia están siempre en juego. 

Supone un camino hacia la vida adulta que pasa por una mayor autonomía e independencia y esto pocas veces se logra sin sobresaltos. La dificultad para una buena comunicación, sumado al riesgo del momento por las conductas típicas adolescentes (consumo de tóxicos, compañías e influencias, sexualidad…) nos permiten entender lo difícil que puede ser y la angustia y preocupación que se pueden sentir sin saber muy bien cómo manejar.

A través de la terapia el adolescente podrá reencontrarse con el niño del que se está desprendiendo y con el adulto en el que empieza a convertirse, responsabilizándose y haciendo conscientes sus emociones, sentimientos y desconocimientos a los que se enfrenta. Al igual que ayudará a los padres a transitar por este camino.

Los trastornos de ansiedad son condiciones emocionales caracterizadas por un miedo y preocupaciones excesivas y persistentes que interfieren en la vida cotidiana. Aunque la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de amenaza, cuando se vuelve constante o desproporcionada, nos indica que algo está ocurriendo. En los niños y adolescentes, la ansiedad puede manifestarse de formas diversas, como miedos intensos a la separación de los padres, temor a situaciones sociales o preocupaciones generales difíciles de controlar. Estos trastornos suelen estar relacionados con la dificultad para manejar emociones y un estado de alerta constante frente a posibles amenazas. La terapia puede ayudar a explorar estas raíces y a desarrollar estrategias para manejar los síntomas.

Aquí algunos ejemplos de trastornos de ansiedad:

Fobia Específica

Se caracteriza por un miedo intenso e irracional hacia objetos o situaciones específicas, como animales, alturas o tormentas. Este miedo puede desencadenar evitación activa y síntomas físicos como taquicardia o sudoración. En muchos casos, puede estar relacionado con experiencias traumáticas tempranas o asociaciones inconscientes.

Fobia Social (Ansiedad Social)

Es un miedo persistente a ser evaluado o juzgado negativamente en situaciones sociales. Los adolescentes pueden evitar hablar en público, conocer gente nueva o participar en actividades grupales. Este trastorno puede surgir de experiencias humillantes o críticas en la infancia.

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)

Se caracteriza por preocupaciones excesivas y difíciles de controlar sobre diferentes aspectos de la vida diaria, como el rendimiento escolar o la salud. Los niños y adolescentes con TAG suelen experimentar tensión muscular, irritabilidad y dificultades para concentrarse.

Trastorno de Pánico

Se manifiesta en episodios repentinos de miedo intenso acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar y sensación de pérdida de control. Puede estar relacionado con experiencias traumáticas o estados de alta vulnerabilidad emocional.

Mutismo Selectivo

Es la incapacidad de hablar en ciertas situaciones sociales a pesar de hacerlo con normalidad en otros contextos. Generalmente se asocia con una ansiedad social extrema y puede interferir significativamente en el desarrollo académico y social del niño.

Los trastornos depresivos en la infancia y la adolescencia son más comunes de lo que se piensa y pueden presentarse de manera distinta a como lo hacen en los adultos. La tristeza persistente, la irritabilidad, la pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras y los cambios en el apetito o el sueño son algunos de los síntomas más comunes. En los jóvenes, estos trastornos suelen estar asociados con sentimientos de inutilidad, desesperanza y una autocrítica severa. La depresión puede estar vinculada a pérdidas emocionales, tanto reales como simbólicas, que no han sido procesadas adecuadamente. Ayudar a los niños y adolescentes a expresar sus emociones y explorar los conflictos subyacentes es clave para su recuperación.

Algunos ejemplos de tipos de depresiones:

Trastorno Depresivo Mayor

Se caracteriza por tristeza persistente, pérdida de interés en actividades y cambios en el apetito o el sueño. En adolescentes, también puede manifestarse como irritabilidad. Este trastorno puede estar relacionado con experiencias de pérdida, conflictos familiares o baja autoestima.

Trastorno Depresivo Persistente (Distimia)

Es una forma crónica de depresión con síntomas menos graves pero más prolongados. Los niños pueden parecer constantemente tristes, tener baja energía y dificultades para mantener la concentración.

Trastorno Disfórico Premenstrual (en Adolescentes)

Se refiere a cambios emocionales severos y otros síntomas físicos que ocurren antes de la menstruación. Puede incluir irritabilidad, tristeza intensa y dificultad para concentrarse.

Los trastornos del estado de ánimo incluyen condiciones como el trastorno bipolar y el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo. Estas alteraciones se caracterizan por cambios extremos en las emociones, que pueden ir desde episodios de euforia y alta energía hasta periodos de tristeza profunda o irritabilidad. En los jóvenes, estas fluctuaciones emocionales pueden ser especialmente desafiantes, ya que afectan sus relaciones sociales, académicas y familiares. Estos trastornos pueden reflejar conflictos internos relacionados con la regulación emocional y la búsqueda de identidad. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar estas dinámicas y aprender a gestionar los cambios emocionales.

Trastorno Bipolar y Trastornos Relacionados

Se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde episodios de euforia (manía) hasta periodos de depresión profunda. Estos cambios pueden afectar significativamente el rendimiento académico y las relaciones familiares.

Trastorno de Desregulación Disruptiva del Estado de Ánimo

Es frecuente en niños y adolescentes que presentan irritabilidad persistente y arrebatos de ira desproporcionados para la situación. Puede estar relacionado con dificultades en la regulación emocional y un entorno familiar estresante.

Estos trastornos surgen como respuesta a experiencias traumáticas o eventos estresantes que han dejado una huella emocional significativa. Pueden incluir el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno de apego reactivo y otros problemas relacionados con el estrés. Los niños y adolescentes que han vivido situaciones traumáticas pueden experimentar flashbacks, evitar recordatorios del evento o desarrollar una hipervigilancia constante. El trauma puede representar una ruptura en el sentido de seguridad y continuidad del yo. La terapia busca ayudar al niño o adolescente a procesar el evento traumático, reconstruir su sentido de seguridad y fortalecer sus recursos internos.

Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

Surge tras haber vivido o presenciado un evento traumático. Los niños pueden experimentar flashbacks, pesadillas y evitación de recordatorios del evento. También pueden mostrarse hiperalertas o emocionalmente retraídos.

Trastorno de Adaptación

Es una reacción emocional desproporcionada a un cambio significativo, como una mudanza o el divorcio de los padres. Los síntomas pueden incluir ansiedad, tristeza y dificultades para funcionar en el día a día.

Estos trastornos incluyen el trastorno negativista desafiante (TND), el trastorno explosivo intermitente y el trastorno de conducta. Los jóvenes con estas condiciones suelen mostrar comportamientos desafiantes, impulsivos o agresivos que interfieren con su vida diaria y sus relaciones. Estos comportamientos pueden interpretarse como expresiones de conflictos internos no resueltos, a menudo relacionados con frustraciones, rabia acumulada o dificultades para establecer límites saludables. La terapia puede ayudar a identificar las causas subyacentes y a desarrollar formas más constructivas de manejar las emociones.

Trastorno Negativista Desafiante (TND)

Se caracteriza por un comportamiento desafiante, desobediente y hostil hacia figuras de autoridad. Suele estar relacionado con conflictos familiares o dificultades en el manejo de límites.

Trastorno Explosivo Intermitente

Se manifiesta en episodios de agresividad desproporcionada frente a situaciones cotidianas. Los niños pueden mostrar arrebatos de ira que duran pocos minutos pero tienen un gran impacto en su entorno.

Trastorno de Conducta

Incluye comportamientos persistentes que violan las normas sociales o los derechos de los demás, como mentir, robar o ser agresivo. Suele estar relacionado con un entorno familiar disfuncional o experiencias traumáticas.

Los trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón, son problemas complejos que suelen estar relacionados con la imagen corporal, el control y la autoestima. En niños y adolescentes, estos trastornos pueden manifestarse como una forma de lidiar con emociones difíciles o situaciones de la vida que se sienten fuera de control. La relación con la comida puede simbolizar conflictos más profundos relacionados con el cuidado, la autonomía y la identidad. La terapia busca explorar estas dinámicas y fomentar una relación más saludable con la comida y el cuerpo.

Anorexia Nerviosa

Se caracteriza por una restricción extrema de la ingesta alimentaria, miedo intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del propio cuerpo. Puede estar relacionada con una necesidad de control o una baja autoestima.

Bulimia Nerviosa

Se manifiesta en episodios recurrentes de atracones seguidos de conductas compensatorias como vómitos o ejercicio excesivo. Suele estar asociada con sentimientos de culpa y vergüenza.

Trastorno por Atracón

Implica episodios de ingesta excesiva de alimentos en un corto periodo de tiempo, sin conductas compensatorias. Los niños y adolescentes pueden sentir pérdida de control y malestar después de los atracones.

Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos

Se refiere a la evitación de ciertos alimentos por su textura, color o sabor, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales. Este trastorno puede estar asociado con ansiedad o experiencias negativas con la comida.

Los problemas de sueño en la infancia y la adolescencia, como el insomnio, las parasomnias o los trastornos del ritmo circadiano, pueden tener un impacto significativo en el bienestar emocional y físico. Estos trastornos suelen estar relacionados con la ansiedad, el estrés o conflictos internos no resueltos. Las dificultades para dormir pueden reflejar tensiones inconscientes que emergen en momentos de relajación. La terapia puede ayudar a identificar y abordar estas tensiones, promoviendo un sueño más reparador.

Insomnio Infantil

Dificultad para conciliar o mantener el sueño, lo que afecta el rendimiento diurno. Puede estar relacionado con ansiedad, malos hábitos de sueño o conflictos familiares.

Hipersomnia

Somnolencia excesiva durante el día, a pesar de haber dormido lo suficiente por la noche. Puede ser un signo de otros trastornos subyacentes.

Parasomnias

Incluyen terrores nocturnos, sonambulismo y pesadillas. Estos episodios suelen estar relacionados con el estrés o cambios en la rutina.

Trastorno del Ritmo Circadiano

Se refiere a un desajuste entre el horario de sueño del niño y las demandas sociales o escolares. Puede provocar fatiga y bajo rendimiento académico.

El consumo de sustancias y las adicciones, incluidas las relacionadas con la tecnología, son problemas emergentes en la infancia y la adolescencia. Estas conductas suelen ser intentos de escapar de emociones difíciles o de llenar un vacío emocional. Las adicciones son una forma de lidiar con conflictos internos no resueltos o un intento de establecer un sentido de control. La terapia puede proporcionar un espacio para explorar las causas subyacentes y desarrollar estrategias más saludables de afrontamiento.

Trastorno por Consumo de Sustancias

Incluye el uso problemático de alcohol o drogas, que interfiere con las actividades diarias y las relaciones. Puede estar relacionado con la presión social o la búsqueda de alivio emocional.

Adicción a la Tecnología o Videojuegos

Aunque no está oficialmente reconocido en el DSM-5, es un problema emergente. Se caracteriza por el uso excesivo de dispositivos, que afecta las relaciones familiares, el rendimiento escolar y la salud.

Estos trastornos se caracterizan por la presencia de síntomas físicos que no pueden explicarse completamente por una condición médica. Ejemplos incluyen el trastorno de conversión y el trastorno de somatización. En niños y adolescentes, estos síntomas pueden ser una forma de expresar angustia emocional o conflictos internos que no encuentran otra vía de salida; reflejan tensiones entre las necesidades emocionales y las expectativas externas. La terapia busca ayudar al joven a conectar con sus emociones y a encontrar formas más saludables de expresarlas.

Trastorno de Conversión

Se manifiesta en síntomas neurológicos, como parálisis o convulsiones, sin una causa médica identificable. Suele estar relacionado con estrés emocional o conflictos internos.

Trastorno de Somatización

Incluye quejas físicas múltiples sin una causa médica clara. Puede ser una forma de expresar emocionalmente el malestar.

Trastorno de Ansiedad por Enfermedad

Se caracteriza por una preocupación excesiva por tener una enfermedad grave, a pesar de las pruebas médicas normales. Puede estar relacionado con la ansiedad generalizada.

Trastorno Disociativo

Implica una desconexión en la memoria, identidad o percepción de la realidad. Puede estar relacionado con experiencias traumáticas.

Trastorno de Identidad de Género (Disforia de Género)

Se refiere al malestar significativo que experimenta un niño o adolescente cuya identidad de género no coincide con su sexo asignado al nacer.

Trastornos Psicóticos

Incluyen la esquizofrenia infantil y el trastorno esquizofreniforme, caracterizados por alucinaciones, delirios y pensamiento desorganizado. Suele aparecer en la adolescencia y requiere intervención temprana.

 

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